El capítulo 12 del libro de Apocalipsis presenta una visión simbólica de una mujer vestida de sol que está embarazada y a punto de dar a luz a un hijo varón.
Un gran dragón rojo aparece y trata de devorar al niño en cuanto nace, pero el niño es arrebatado y llevado al trono de Dios.
La mujer huye al desierto, donde Dios la protege durante 1,260 días.
En el cielo, se libra una batalla entre el arcángel Miguel y sus ángeles contra el dragón y sus seguidores.
El dragón es derrotado y arrojado a la tierra.
El dragón, identificado como Satanás, luego persigue a la mujer, pero ella es protegida por la tierra que se abre y traga las aguas que el dragón arroja para destruirla.
En su enojo, el dragón intenta atacar a los seguidores de Dios, quienes son identificados como los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.
En resumen, el capítulo 12 de Apocalipsis representa una lucha celestial entre el bien y el mal, donde la mujer simboliza a la iglesia fiel y el dragón representa a Satanás, quien intenta destruir al pueblo de Dios pero es derrotado y frustrado en sus intentos.
La protección divina y la victoria de los seguidores de Dios son aspectos centrales de esta visión apocalíptica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario