El capítulo 14 de Apocalipsis describe una visión en la que el Cordero (Jesucristo) está en Sion (la morada celestial de Dios) junto a 144.000 seguidores que llevan su nombre y el nombre de su Padre en sus frentes.
Estos 144.000 son descritos como aquellos que han sido redimidos de la tierra y son presentados ante Cristo como primicias para Dios y el Cordero. En esta visión, se describe que la voz de Cristo y el sonido de un coro celestial se escucha como el estruendo de muchas aguas y de un gran trueno. Además, se menciona que los 144.000 no se han contaminado con mujeres, lo que algunos interpretan como una referencia a su pureza espiritual y separación del mundo. El pasaje también menciona que estos seguidores siguen al Cordero dondequiera que vaya, lo que se puede entender como una lealtad y adoración total a Cristo. Se dice que son los primeros en ser redimidos de entre la humanidad para ser ofrecidos a Dios y al Cordero como ofrendas. En resumen, este pasaje del Apocalipsis destaca la imagen de los redimidos y fieles seguidores de Cristo, presentados como primicias para Dios y el Cordero, que los acompañan y adoran.
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